COMO ENSEÑAR MAGNITUDES EN LA ESCUELA

PARA LOS MAESTROS

Creemos que  la medida debe ser un tema que ha de ser aprendido con la práctica, llevando al alumno a hacer medidas a lo largo del curso y aprovechando la problemática que vaya surgiendo para edificar o completar sobre ella los conocimientos o habilidades del niño.

Debe, enseñarse por partes, no en bloque, y no se finaliza en un momento determinado, sino que se retoma cada vez que surge una nueva magnitud o técnica de medida, integrándose con todas las actividades del grupo.

Pensamos que la medida de cualquier magnitud es un pretexto para acumular varias mediciones, ordenarlas, representarlas gráficamente, interpretarlas y extrapolarlas e integrarlas a todas las actividades del programa escolar, relacionándolas con ciencias sociales y naturales y hasta con lengua en el uso de las abreviaturas.

Creemos que se debe  usar el Sistema Internacional, o Sistema Métrico Decimal, todo lo demás son unidades curiosas, más o menos utilizadas según los tiempos, de las que, si el docente lo cree conveniente puede, en el sexto año, dar tabulado su valor de conversión a la unidad correspondiente  del S.I.(como lo vemos en esta página, o en esta otra) Es decir, creemos suficiente que el alumno sepa que existe la milla, la legua, la yarda, el pie o la pulgada, que puede medir en centímetros, milímetros o micras, pero que la unidad que deberá utilizar finalmente será el metro y que cualquier otra unidad debe ser convertida en metros . 

Ello no quita que se puedan realizar variadas actividades con medidas arbitrarias como, el geme, la cuarta, la pulgada de cada uno de los alumnos y llegar a comprobar que no hay uniformidad en las mismas, ya que no todos tienen la misma cuarta o el mismo pie, por ejemplo.

El niño debe conocer que los  países anglosajones aún  siguen usando medidas como la yarda, la millas, la onza, el galón, etc., pero ello no significa que nos sean de utilidad a nosotros.

Otro punto muy discutido es el de las definiciones de las unidades. No creemos apropiado el aprendizaje riguroso de las definiciones oficiales de las unidades del S.I., que resultan engorrosas incluso para los docentes. Simplemente las hemos puesto a modo de ejemplo, como hemos puesto la ley de pesas y medidas vigente en nuestro paìs desde el año 1983, con la finalidad de que sean conocidas por el docente.

 Utilizar unas definiciones operativas, accesibles al alumno, conduce a una mayor fluidez en el trabajo en el aula y a disponer de una información significativa. En este sentido aportamos cuadros de manejo diario con definiciones operativas de unidades.

Bajo esta filosofía, hemos dado a este bloque temático una estructura que no tiene contenidos, enfocado hacia la adquisición de destrezas y habilidades en el uso de instrumentos y en el hábito de manejo de las unidades que resulten de medir con los "aparatos".

En toda medida surgirá el problema del error y la precisión de la misma y, por ello, se ha tratado de contemplar el papel del rigor a la hora de medir, introduciéndonos, aunque sea tangencialmente, en cifras significativas , truncamiento, etc. No hacemos un tratamiento sistemático del error, sino que pretendemos que el alumno sea consciente de su existencia, sin ir mucho mas allá de la consideración de la persistencia de error en toda medida, ya que consideramos que el alumnado a que va dirigido este trabajo (4to y 5to año escolar) no tiene la madurez necesaria para alcanzar objetivos más ambiciosos.

Nos ha parecido importante hacer hincapié en las conversiones de medidas dentro de un mismo sistema, ya que creemos que el alumno debe dominar las mismas por las situaciones que a diario se le presentarán en el almacén , supermercado o trabajo cuando sea adulto y no puede egresar de la escuela desconociéndolas. También con el objeto de facilitar las mismas hemos incorporado tablas con el distinto valor de cada magnitud  relacionado con la unidad y hemos hecho unos sencillos conversores en java que bien utilizados por el docente pueden llevar, creemos, a un amplio dominio del alumnos sobre el tema y a que puedan desarrollar interés por el mismo a pesar de la aridez con que se manifiesta, por los abstracto del tema.

A modeo de ejemplo hemos desarrollado actividades de conversión y situaciones problemáticas interactivas donde aparezcan las mismas, con el fin de motivar al niño en su realización.