Mapa geológico de Uruguay

Icono IDevice Observen donde hay Fe (Hierro)

Es en verdad muy curioso el hecho de que el hierro metálico, que diariamente manejan tantos millones de hombres, sea un producto natural rarísimo. Las piedras de hierro, o mejor dicho ricas en mineral de hierro ( óxido férrico, carbonato férrico ) son muy abundantes, y a él debemos las maravillas de la industria y una gran parte del progreso moderno; pero el hierro nativo, en estado metálico, es una de las mayores rarezas del mundo mineral.

¿Cómo se forman las rocas?

Todas las rocas de la Tierra se dividen en tres grandes grupos –ígneas o volcánicas, sedimentarlas y metamórficas–, según la forma en que se originaron. Las rocas ígneas, cuyo nombre procede de la palabra latina que significa fuego, comenzaron como magma, que es el material fundido del interior de la Tierra. Cuando el magma se enfría lentamente y se endurece bajo tierra forma el granito y otras rocas de grano grueso. El magma que aflora en erupción a la superficie se enfría rápidamente y forma basalto y otras clases de rocas volcánicas.

Las rocas sedimentarias se producen cuando las capas de materiales arrastrados por el agua o por el viento se superponen y se consolidan en una masa compacta. Algunas, como la arenisca y el esquisto, están formadas por restos erosionados de rocas más antiguas. Otras, entre ellas algunas piedras calcáreas, se componen de restos vegetales y animales. También hay rocas sedimentarias, entre ellas el yeso, la sal de roca y muchas calcáreas, constituidas por minerales que estuvieron en otros tiempos disueltos en agua. Las capas de piedra sedimentaria, llamadas estratos, pueden medir desde unos pocos centímetros a muchos centenares de metros de espesor.

Cuando las rocas se ven sometidas a un calor y una presión intensos, dentro de sus masas se forman nuevos cristales, que las transforman en otro tipo de rocas llamadas metamórficas. El granito, por ejemplo, se puede convertir en una piedra llamada gneis, el esquisto se convierte en pizarra, la roca caliza se transforma en mármol y las areniscas se suelen convertir en cuarcita. Las rocas metamórficas pueden, a su vez, volver a transformarse con el tiempo en otra clase de rocas metamórficas.