Aprendiendo las tablas

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Como si de una leyenda se tratara algunos escolares llegan a los cursos superiores arrastrando un viejo rechazo a determinadas asignaturas que han etiquetado desde la educación infantil como “más difíciles o insuperables”. Estas materias suelen ser el inglés, la lengua y las matemáticas, cuando si lo pensamos precisamente son los tres pilares básicos de la enseñanza reglada que les acompañarán durante años, se decanten por lo que se decanten en sus estudios futuros. De ahí, la importancia de hallar una metodología efectiva y estimulante para que desde pequeños se sientan motivados a aprender el lenguaje de las letras y de los números.
Pues bien, hoy queremos daros algunos consejos sobre una de las operaciones matemáticas con la que necesariamente tendrán que estar familiarizados, y que igual que os comentábamos en un artículo anterior sobre la suma, puede adquirirse más fácilmente si el instrumento didáctico que emplean tanto los docentes como los padres tiene componentes lúdicos que hacen del aprendizaje un juego más con el que disfrutar y ampliar conocimientos.
 
Si las tablas de multiplicar se enseñan únicamente por medio de la memorización mecánica, el niño no sólo acabará aburriéndose antes, sino que le resultará más complejo y estará más sujeto a que la memoria le juegue una mala pasada.
 
 
Por eso, hay que procurar que se convierta en un proceso interactivo que pueda comprender ante todo. Para ello algunas de las pautas que pueden favorecer son:
Según los pedagogos el orden ideal para aprender las tablas de multiplicar es el siguiente: tabla del 1, 2, 3, 4, 10, 9, 5, 6, 8 y finalmente la del 7.
Para aprender la tabla del 9 se puede emplear el siguiente juego. Se abren las dos manos con todos los dedos extendidos y con las palmas de las manos a la vista hacia arriba. El dedo pulgar de la mano izquierda representa al 1, el índice al 2, el medio al 3, el anular al 4, el meñique al 5, y así sucesivamente hasta llegar al pulgar de la mano derecha que representa al 10. El método consiste en tener en cuenta el número que se multiplica por 9. En el siguiente ejemplo: 9 x 4 , se le pide al niño que doble el dedo número 4 (o sea el dedo anular de la mano izquierda). El resultado de la multiplicación siempre será la cantidad de dedos que quedan a la izquierda del dedo doblado (quedan 3 dedos a la izquierda), seguido de la cantidad de dedos que quedan a la derecha del dedo doblado, en este caso como quedan 6 dedos a la derecha, el resultado es: 36 .
Otro truco para reforzar la tabla del 9 consiste en disponer en una columna los números, del 0 al 9, y en otra columna justo al lado, los mismos números pero en orden descendente, del 9 al 0. El resultado de este ejercicio queda así:
9 x 1 = 09
9 x 2 = 18
9 x 3 = 27
9 x 4 = 36
9 x 5 = 45
9 x 6 = 54
9 x 7 = 63
9 x 8 = 72
9 x 9 = 81
9 x 10= 90
Las multiplicaciones más fáciles son las que riman, tales como: 6×4=24, 6×6=36, 6×8=48
Es importante aprovechar para explicarles la propiedad conmutativa, que a su vez les ayudará a progresar en las tablas de multiplicar. Por ejemplo, sabiendo cuánto es 8×9, se puede pensar mentalmente en 9×8.
Para multiplicar por 10, hemos de aplicar la norma de añadir un cero, una buena estrategia que se recuerda con facilidad. Agregamos un 0 al número que se está multiplicando por 10 y ese será el resultado. Por ejemplo: 10 x 1 = 10, 10 x 2 = 20, etc.
Si queremos asegurar que la tabla del 5 se ha consolidado, existe una técnica que nos permitirá comprobarlo. Para multiplicar un número por 5, encuentra la mitad del número, quítale la coma y tendrás el resultado. Por ejemplo: 7 x 5. Se halla la mitad de 7 y se le quita la coma: 3, 5 y es 35. Si al calcular la mitad, da un número entero, añade un cero. Ejemplo: 4 x 5 = 20 (mitad de 4=2, como es entero se le agrega un 0 y da 20).
Se puede predecir si un producto será par o impar utilizando la siguiente regla: Par x Par = PAR; Par x Impar = PAR; Impar x Par = PAR; Impar x Impar = IMPAR.
Adulto y niño pueden jugar a decir una de las tablas de multiplicar alternadamente entre ellos. Por ejemplo, uno dice 3×1=3 y el otro 3×2=6 y así sucesivamente hasta que terminen la tabla. Otras variantes son: alternar dos tablas a la vez, ejemplo: 4×1, 5×1, 4×2, 5×2; hacia atrás 8×10, 8×9; saltándose un número: 6×1, 6×3, 6×5, etc.
Por otra parte, escribir en cartulinas de colores algunos fragmentos de las tablas de multiplicar y situarlas en lugares donde se vean frecuentemente sin esfuerzo (nevera, al abrir el armario, en el espejo, etc.), al igual que hacer con ellas una canción, es una manera entretenida de memorizarlas.
Otra opción es acceder a algunas páginas de Internet, en las que a través de juegos se aprenden las tablas de modo lúdico. Entre otras os recomendamos:


Internenes.com cuenta con varios juegos relacionados con el cálculo numérico, que pueden contribuir a automatizar las operaciones aritméticas básicas.
En Tinglado.net enseñan el concepto de multiplicación, su equivalencia con la suma, y permiten que el propio niño compruebe sus resultados una vez que lo ha entendido.
Taringa.net ofrece juegos hechos en Flash con los que aprender las tablas de multiplicar jugando en tres pasos: estudiando y entendiendo, practicando y ejercitando y resolviendo.
Gobiernodecanarias.org es otra alternativa didáctica para que de manera interactiva se practique la multiplicación y se afiance con variados ejercicios.