Consumiendo ranas
VISITA AL RANARIO DE ADRIANA VIÑOLES
El primer país en explotar comercialmente la carne de rana fue Cuba, ya que en 1919 fueron llevadas para el país ejemplares de la rana TORO, que se adaptaron fácilmente debido al clima de la isla.. Ese país llegó a exportar 900 toneladas de carne en 1968, pero como las ranas eran simplemente criadas en la naturaleza, se fueron extinguiendo.
Adriana Viñoles realizando las explicaciones a los alumnos
La carne de rana, clasificada como pescado, es una de las fuentes con menos grasa y rica en proteína animal con un excelente valor biológico. Alimento sabroso y de fácil digestión, con alto tenor de proteínas y sales minerales, con bajo tenor de gorduras y calorías..En 100 gramos de carne de rana hay 60 calorías, en tanto que en la misma cantidad de carne de cerdo, pollo y vacuna hay 181, 11 y 149 calorías respectivamente. Estas características, así como su peculiar composición - presencia de aminoácidos que no pueden ser elaborados por el organismo y que son esenciales para la vida humana- hacen de la carne de rana un excelente agente terapéutico; siendo también utilizada en el combate del colesterol y la hipertensión. Es además muy eficiente para combatir trastornos gastrointestinales y es muy indicada en la dieta de los atletas, de los niños, de personas ancianas y convalecientes, así como a las que son alérgicas a la proteína animal..
Por ser pobre en grasas es beneficiosa para el sistema cardiovascular, siendo además un alimento hipoalergénico mejorando el sistema inmunitario en general y la resistencia a las infecciones.
Nuestro grupo -40 alumnos- tres docentes y 6 padres- tuvo el privilegio de visitar el ranario ubicado en la estancia la Cordillera de Humberto Viñoles y ahí comprobamos que la cría de ranas no es tan sencilla como creíamos.
La Unión de Ranicultores del Uruguay, que agrupa a cuatro establecimientos criadores, alcanzó una faena de 5 mil ranas por mes, de las que se obtienen unos 500 kilogramos de carne, la cual es colocada en el mercado interno. En virtud de ello se comienza a explorar la posibilidad de exportación hacia el resto del Mercosur. Se trata de una experiencia productiva innovadora que tiene una "creciente demanda" por la calidad y el sabor del producto, con muy bajo contenido de colesterol y sin grasa, destacaron Adela Núñez y Rolando Ringeltaube, integrantes de la mencionada agrupación.
La gremial llega al público a través de las principales cadenas de supermercados con la marca "Rankas", Ranas de Criadero, y luego de realizar la faena en el Frigorífico Industrial Serrana SA, ubicado en Solís de Mataojo. La referida planta industrial está habilitada para exportar a todo el mundo, lo que amplía el potencial comercial de los criadores.
Se capta la producción de los cuatro criaderos integrantes del grupo, ubicados en Libertad (San José), Toledo (Canelones), Aceguá El que VISITAMOS (Cerro Largo) y Migues (Canelones). Esta actividad la iniciaron entre 1998 y 1999 diferentes productores que, en forma paulatina, comenzaron un camino de asociación en las etapas productivas, industrial y comercial.
Las ranas llegan a la faena con 220 gramos. Los criadores tienden a concentrar la producción en los meses de verano, cuando las mayores temperaturas permiten acelerar el proceso de crecimiento y evitar el empleo de sistemas de calefacción. Los impulsores del rubro afrontaron un alto costo por el "derecho de piso" de implementar una explotación absolutamente innovadora y tuvieron que afrontar la escasa información disponible. Todavía las pérdidas por mortandad son elevadas y se procura reducirlas del 30% al 10%.
El sistema productivo contempla básicamente dos etapas: los renacuajos, cuya alimentación es herbívora, y las ranas, que son carnívoras. Cada una de estas fases tiene una duración de tres meses aproximadamente en el ciclo estival.
Núñez explicó que el promedio de posturas se ubica entre 5 mil y 10 mil huevos. En la dieta de los criaderos se utiliza una ración balanceada importada de Brasil que asegura un elevado nivel de calidad.
La faena comenzó en noviembre, alcanzando alrededor de 5 mil ranas por mes, con lo que se obtienen unos 500 kilos de carne. La Unión de Ranicultores llega con su marca a los principales supermercados y restaurantes, fundamentalmente en Montevideo, el Oeste y el Este del país.
Ringeltaube sostuvo que la respuesta inicial de los consumidores es alentadora al entender que se trata de un producto novedoso. Sin embargo, "con la actual producción se está por encima de la demanda", por lo que se comienza a apuntar al mercado regional.
Los criaderos trabajan con la rana toro, que tiene mayor tamaño, importante desarrollo y un alto rendimiento de carne.
Entre las propiedades del producto subrayó su "muy bajo colesterol y la escasez de grasa. Es una comida deliciosa que funciona como un fino plato de entrada o un rico plato de fondo".
En cuanto a los precios al público, una bandeja de "ancas" de 300 gramos cuesta $ 120 y las ranas enteras, de 250 gramos, unos $ 80.
Producción innovadora
Los ranicultores resaltaron las características de esta innovadora iniciativa que se concreta en una pequeña superficie pero que también requiere de una abundante fuente de agua de calidad y un estricto control de los aspectos sanitarios, ya que estos batracios son "muy sensibles a las bacterias y los cambios ambientales".
Los criadores señalaron que la explotación funciona con una escasa mano de obra en la producción pero en cambio se requiere una inversión inicial importante en la preparación de las instalaciones, asesoramiento técnico, suministro de agua y optimización de un sistema de calefacción.
Ambos coincidieron en que la rentabilidad del rubro depende de la conquista de nuevos mercados en el exterior.
Si bien los ranicultores locales afrontan el ingreso de la producción brasileña, con menores costos, "somos competitivos en el rubro, lo que abarca la mejora en la presentación, el servicio integral y la calidad de la carne". Se trata de alcanzar una mercadería homogénea a través de la integración de los ranicultores en el proyecto y la identificación del producto bajo la misma marca.
Se destaca el apoyo de recientes estudios de nutrición, de los cuales surge que la carne de ranas es una alternativa sana, recomendada por los especialistas para diabéticos y personas con problemas de colesterol.
También se analiza la posibilidad de ampliar la gama de subproductos con la comercialización de carne desmenuzada y la explotación del cuero, utilizado en la confección de billeteras, botones, llaveros, apliques de ropa y biquinis.
Cien gramos de carne de rana contienen 69 kilocalorías, 16,5 de proteínas, 22 de calcio, 203 de fósforo, 0,6 de hierro, 93 de sodio, 242 de potasio y 21,68 de magnesio.
La carne de rana de exquisito sabor posee el 0,3 % de colesterol es decir mas bajo que el pescado, posee las mismas proteínas que el pescado, contiene una gran cantidad de aminoácidos lo que la hace un alimento de especiales características.
Existe también una gran cantidad de subproductos como el cuero el hígado y la grasa, que no se pueden explotar debido al escaso volúmen de producción nacional, pero logrados los niveles necesarios de producción es otra industria tan importante como la producción de carne.
En la búsqueda de nuevas posibilidades rentables, la cría de ranas toro se ofrece como opción. Sin embargo, por lo reciente que es la actividad en nuestro medio, la experiencia de los productores se ha hecho al andar.