El mate
Nenida nacional del Uruguay
A diferencia de los demás países el mate en Uruguay es bebido a toda hora y en cualquier lugar. A él se le han atribuido características de unificador social, debido a que en Uruguay lo consumen integrantes de todas las clases sociales; y es famosa la “ronda de mates”, donde los amigos se juntan a compartir un mate y dialogar amistosamente.
El mate una costumbre rioplatense de origen guaraní y adoptada también por los gauchos del sur del Brasil, se toma de distintos modos en cada una de estas regiones. Incluso en el propio Río de la Plata, a diferencia de en gran parte de Argentina, los uruguayos lo toman en cualquier sitio, en la vía pública, en el hogar, el trabajo; etc.
Hoy en día y desde cientos de años viene siendo algo totalmente popular, sin excluír a ninguna clase social, religiosa o cultural.
El mate amigo fiel de innumerables oportunidades, en reunión con amigos y familiares, infaltable en el campo o en un paseo al aire libre, en la previa de un buen asado a la parrilla, en las interminables horas de estudio, y en las agradables caminatas por la codiciada rambla uruguaya.
El mate en todo momento y en cualquier lugar
Mientras la portabilidad que le dio el termo hace que sea posible ver a un uruguayo tomando mate prácticamente en cualquier lugar, la disposición de disfrutar de la caliente infusión está presente a toda hora del día.
El desayuno y la merienda son los momentos en los que con mayor frecuencia se toma mate, pero también puede tomarse como “aperitivo” momentos antes de almorzar o cenar, e incluso después. Por sus características energéticas, algunas personas rechazan su ingestión en horas al anochecer, pero también justamente por eso, estudiantes y trabajadores optan por acompañar con mate sus estudios o tareas cuando éstas requieren mantenerse despierto.
Es común encontrar a los trabajadores nocturnos con el mate como compañero de labores, siendo inimaginable un sereno o un taxista nocturno sin la consabida pareja de elementos.
Si bien se podría pensar que en cierto modo el mate es como el café o el té, no debe dejarse de lado el hecho de que no es posible entrar a un bar y pedir un mate, lo que pone de manifiesto su carácter fuertemente familiar. El termo y el mate sólo existe dentro de los hogares pero es posible prepararlo fuera, siempre y cuando se sigan ciertos “ritos ancestrales”.
El mate unificador de clases sociales
Difícilmente pueda concebirse un hogar uruguayo sin un mate, y hay muchos de ellos con más de uno, para diversas ocasiones o momentos. A tal punto su difusión está extendida, que podríamos llegar a pensar que es el único componente unificador de clases que existe, pues desde el más humilde hasta el más encumbrado tiene incorporado el hábito del mate.
Cuando hacíamos referencia a un sereno o a un taxista, fue porque son los personajes más representativos de la actividad noctámbula al resaltar sus componentes inhibidores del sueño, pero desde el médico hasta la enfermera en las salas de guardia de los hospitales, desde el peón en la obra hasta el arquitecto en su estudio, el mate ha sabido lucir una campechana presencia sobre el césped de los campos de fútbol tanto como una orgullosa gallardía en las grandes mesas de las salas de reuniones de importantes empresas.
Salas de convenciones, asambleas político-partidarias, e incluso oficinas gubernamentales de altos funcionarios estatales, cuentan habitualmente con un mate, al tiempo que diputados, senadores, ministros y presidentes han aparecido ante cámaras sorbiendo el contenido de esta humeante infusión.
¿Cómo preparar un buen mate uruguayo?
Previamente a preparar un mate, se debe calentar agua en una caldera, la que se colocara en un termo o se dejara en la misma para cebar.
El recipiente más adecuado es y sigue siendo la calabaza, las hay de diferentes tamaños y capacidades.
El mismo se llena de yerba hasta no más de 2/3 partes de dicha capacidad, luego tapando con la mano la boca del mate, se inclina y se asienta suavemente la yerba contra un sector de la boca del mate.
Debe quedar un hueco del lado opuesto, donde se le agrega un poco de agua fría o tibia (para que no se queme la yerba y pierda el gusto), sin desmoronar ni mojar el promontorio o montaña de yerba que habíamos dejado contra un sector de la boca del mate.
Esto último es para que la yerba se remoje y se hinche. Luego que el agua fría o tibia se haya sido absorbida por la yerba, introducimos la bombilla (que puede ser de metales nobles como el oro o la plata, o quizás de alpaca u otros metales), enterrándola hasta tocar el fondo y luego se le realiza un pequeño movimiento de palanca hacia atrás.
Después que dicha bombilla este situada en su lugar y se tenga el agua en el termo o la caldera, se riega sobre el límite de la yerba seca y la húmeda. Recordando como siempre no mojar toda la yerba seca, porque luego de tomar varios mates, sobre un mismo sector la yerba va a ir mermando en sabor. De modo que se irá girando el mate (en sentido horario o antihorario dependiendo la costumbre del cebador), quitando la bombilla y corriendo con ella la montaña de yerba de forma tal que siempre se este frente a ella.
Fuente: Lo Bueno de Uruguay (www.lobuenodeuruguay.com)
El mate una costumbre rioplatense de origen guaraní y adoptada también por los gauchos del sur del Brasil, se toma de distintos modos en cada una de estas regiones. Incluso en el propio Río de la Plata, a diferencia de en gran parte de Argentina, los uruguayos lo toman en cualquier sitio, en la vía pública, en el hogar, el trabajo; etc.
Hoy en día y desde cientos de años viene siendo algo totalmente popular, sin excluír a ninguna clase social, religiosa o cultural.
El mate amigo fiel de innumerables oportunidades, en reunión con amigos y familiares, infaltable en el campo o en un paseo al aire libre, en la previa de un buen asado a la parrilla, en las interminables horas de estudio, y en las agradables caminatas por la codiciada rambla uruguaya.
El mate en todo momento y en cualquier lugar
Mientras la portabilidad que le dio el termo hace que sea posible ver a un uruguayo tomando mate prácticamente en cualquier lugar, la disposición de disfrutar de la caliente infusión está presente a toda hora del día.
El desayuno y la merienda son los momentos en los que con mayor frecuencia se toma mate, pero también puede tomarse como “aperitivo” momentos antes de almorzar o cenar, e incluso después. Por sus características energéticas, algunas personas rechazan su ingestión en horas al anochecer, pero también justamente por eso, estudiantes y trabajadores optan por acompañar con mate sus estudios o tareas cuando éstas requieren mantenerse despierto.
Es común encontrar a los trabajadores nocturnos con el mate como compañero de labores, siendo inimaginable un sereno o un taxista nocturno sin la consabida pareja de elementos.
Si bien se podría pensar que en cierto modo el mate es como el café o el té, no debe dejarse de lado el hecho de que no es posible entrar a un bar y pedir un mate, lo que pone de manifiesto su carácter fuertemente familiar. El termo y el mate sólo existe dentro de los hogares pero es posible prepararlo fuera, siempre y cuando se sigan ciertos “ritos ancestrales”.
El mate unificador de clases sociales
Difícilmente pueda concebirse un hogar uruguayo sin un mate, y hay muchos de ellos con más de uno, para diversas ocasiones o momentos. A tal punto su difusión está extendida, que podríamos llegar a pensar que es el único componente unificador de clases que existe, pues desde el más humilde hasta el más encumbrado tiene incorporado el hábito del mate.
Cuando hacíamos referencia a un sereno o a un taxista, fue porque son los personajes más representativos de la actividad noctámbula al resaltar sus componentes inhibidores del sueño, pero desde el médico hasta la enfermera en las salas de guardia de los hospitales, desde el peón en la obra hasta el arquitecto en su estudio, el mate ha sabido lucir una campechana presencia sobre el césped de los campos de fútbol tanto como una orgullosa gallardía en las grandes mesas de las salas de reuniones de importantes empresas.
Salas de convenciones, asambleas político-partidarias, e incluso oficinas gubernamentales de altos funcionarios estatales, cuentan habitualmente con un mate, al tiempo que diputados, senadores, ministros y presidentes han aparecido ante cámaras sorbiendo el contenido de esta humeante infusión.
¿Cómo preparar un buen mate uruguayo?
Previamente a preparar un mate, se debe calentar agua en una caldera, la que se colocara en un termo o se dejara en la misma para cebar.
El recipiente más adecuado es y sigue siendo la calabaza, las hay de diferentes tamaños y capacidades.
El mismo se llena de yerba hasta no más de 2/3 partes de dicha capacidad, luego tapando con la mano la boca del mate, se inclina y se asienta suavemente la yerba contra un sector de la boca del mate.
Debe quedar un hueco del lado opuesto, donde se le agrega un poco de agua fría o tibia (para que no se queme la yerba y pierda el gusto), sin desmoronar ni mojar el promontorio o montaña de yerba que habíamos dejado contra un sector de la boca del mate.
Esto último es para que la yerba se remoje y se hinche. Luego que el agua fría o tibia se haya sido absorbida por la yerba, introducimos la bombilla (que puede ser de metales nobles como el oro o la plata, o quizás de alpaca u otros metales), enterrándola hasta tocar el fondo y luego se le realiza un pequeño movimiento de palanca hacia atrás.
Después que dicha bombilla este situada en su lugar y se tenga el agua en el termo o la caldera, se riega sobre el límite de la yerba seca y la húmeda. Recordando como siempre no mojar toda la yerba seca, porque luego de tomar varios mates, sobre un mismo sector la yerba va a ir mermando en sabor. De modo que se irá girando el mate (en sentido horario o antihorario dependiendo la costumbre del cebador), quitando la bombilla y corriendo con ella la montaña de yerba de forma tal que siempre se este frente a ella.
Fuente: Lo Bueno de Uruguay (www.lobuenodeuruguay.com)