Arroz y arroceras

Icono IDevice Un cultivo bajo agua

Uruguay es el principal exportador de arroz de América Latina y ocupa el séptimo lugar entre los exportadores mundiales. Más del 90% de la producción de arroz de nuestro país es exportada, con Brasil como principal destino del producto.


El cultivo ocupa el 1% de la superficie del país y es el quinto rubro de exportación, representando casi el 10 % de las exportaciones totales del Uruguay, generando 10 mil puestos de trabajo, en forma directa o indirecta.

Las características naturales del Uruguay le confieren ventajas comparativas respecto a otros países dedicados a este tipo de cultivo. La escasa utilización de herbicidas, fertilizantes e insecticidas permiten sostener y desarrollar sistemas sustentables de producción del arroz, basados en el cuidado del ambiente y la seguridad alimenticia.

 

 




El clima, subtropical humedo, con lluvias distribuidas durante todo el año y cursos de agua importantes a lo largo de todo el territorio nacional, hacen posible que el cultivo de arroz represente una de las principales fuentes de producción y mano de obra del Uruguay.

El cultivo se caracteriza por requerir de una etapa de inundación. El agua necesaria para ello es extraída desde los ríos, arroyos o lagunas por medio de sistemas de bombeo. En otros casos, el riego se realiza por desnivel conduciendo el agua desde represas ubicadas en zonas más altas que el cultivo.

La zona del territorio nacional que presenta mayor adaptación para el cultivo de arroz es la región Este, comprendida por los departamentos de Treinta y Tres, Rocha, Lavalleja y el oeste de Cerro Largo. La existencia de planicies y cuencas importantes transforman a dicha región en un sitio muy propicio para su desarrollo. A su vez, en otros departamentos, como Tacuarembó, Rivera y Durazno, existen puntos de producción, pero de otras características, menos favorables.

En Uruguay hasta fines de los años ochenta se sembraba, casi en su totalidad, la semilla de variedad estadounidense Bluebelle. En los últimos 30 años se han ido incorporando nuevas variedades de alto rendimiento y mejoras en el manejo, con una importante contribución al incremento en los rendimientos del cultivo.



El sector arrocero se ha caracterizado por su dinamismo, integración y fuerte incorporación de tecnología. Esto le ha permitido mejorar los rendimientos y lograr aumentar notablemente las exportaciones del producto.

La investigación local ha desarrollado nuevas variedades que obtienen un mayor rendimiento en la producción del arroz. Actualmente, más del 90% del área es cultivada con variedades locales, con rendimientos un 20% superior a las variedades utilizadas en la década del 80. Las variedades que ocupan la mayor área de siembra en la actualidad son El Paso 144, INIA Tacuarí e INIA Olimar.

El cultivo de arroz se ha integrado en gran forma con la ganadería, mediante el desarrollo de la tecnología de siembra de pasturas mejoradas sobre rastrojos de arroz, lo que ha permitido la evolución de la producción ganadera de la zona Este del país. Este sistema de producción, con rotación del cultivo con pasturas, que permite el descanso de los suelos, ha transformado una zona originalmente criadora, con bajos índices de productividad, en una región muy productiva para la invernada.


El arroz se siembra en campos con mucha agua y la planta necesita mucha luz solar.
Una vez que se cosecha el arroz ingresa a la planta SAMAN en camiones que llegan a pesar 30.000 toneladas, se sacan muestras para ver que tipo de arroz es, y la calidad. Luego el arroz es descargado a través de rejas a un pozo, donde sube por un ascensor y es transportado a los silos.
Hay 4 hornos que trabajan con leña y 2 a gas, estos hornos secan el arroz.
Unos ventiladores grandes eliminan la cascarilla y las impureza.

El arroz es almacenado con cáscara en los silos, éste tiene una capacidad de 27.000 toneladas.
Después se envasa, en bolsas de 1, 5, o 10 Kg.
El consumo interno es del 5%,el resto (95) es exportado a: Brasil, Asia y Oceanía.
Se los transporta en camiones y barcos en bolsas de 50 K y a veces en bolsas de 1500 K.
La cáscara del arroz se vende para Argentina y es usada para realizar por ejemplo muebles.
La mayoría del trabajo realizado en SAMAN es a través de máquinas. Sólo 77 personas trabajan en forma permanente, en época de zafra trabajan más o menos 150 personas.